Andalucía se encuentra en una situación crítica. Inmersos en la crisis global, sufrimos ahora también las consecuencias de la política desarrollada durante los últimos treinta años: artificialidad del sistema productivo basado en la construcción y en el consumo interno por endeudamiento; pérdida de peso político externo; deterioro de la enseñanza y de nuestra cultura y desmovilización social por la confianza en la gestión de un partido que “representa la izquierda en el imaginario colectivo”, la propaganda hiperrealista de estar “al máximo”, y el miedo a padecer la consecuencias de premios y castigos por una administración patrimonializada. La desvitalización de nuestra vida pública se ha traducido en el bipartidismo.
La crisis global más la crisis interna se manifiesta en la tasa de paro (21,78%), más alta no sólo de España sino de toda la Unión Europea, y lo peor es que no se vislumbra hasta donde puede llegar: ¿ 25%?, incluso el 30%, además del paro encubierto en los sectores públicos.?. Sin embargo, la nota que sorprende ante esta trágica realidad es la pasividad: los clase política mira para otro lado esperando que escampe el temporal mientras que el sufrimiento del Pueblo se hace invisible en los sumideros de los barrios que no existen para la hiperrealidad.
La complejidad de las causas y la ocultación de la realidad por la ideología dominante han determinado que todos los instrumentos analíticos que se utilizan por parte de los partidos que gestionan el actual status quo del sistema se conviertan en inútiles para comprender y por lo tanto para prever el devenir de la realidad social. Cuarenta años de expansión prácticamente ininterrumpida del capitalismo habían hecho creer que un tramo era todo el camino.
Por eso es imprescindible construir una hipótesis de modelización de la actual realidad social que simplifique la complejidad de la explicación, resaltando los elementos más relevantes tanto para poder debatir sobre la situación de emergencia social en la que se encuentra nuestra tierra como para permitir una cierta capacidad predictiva y ofrecer alternativas de intervención social; al mismo tiempo que apoyamos la construcción de un proyecto político fuera de la tradición del siglo XIX que sea capaz de obtener la confianza de los electores y de gestionar la crisis con sentido del presente y sobre todo del futuro, porque nunca hasta ahora el futuro había sido tan decisivo para la política del día a día.
Adelantamos que le idea clave que manejamos es que la ignorancia deliberada de los límites por parte de los poderosos nos ha llevado precisamente, y como no podía ser de otra manara, a una situación límite. Estamos en la crisis de los límites.
Comprender los elementos relevantes de la crisis es una condición para ofrecer una esperanza democrática en Andalucía frente a la carencia de ideas y la falta de capacidad adaptativa que muestra el sistema político autonómico, perplejo ante las cifras de paro que se han precipitado como un alud durante todo el año 2008, con lo que significan de tragedia personal, deterioro social e ineficacia del sistema productivo y por supuesto político.
La crisis global más la crisis interna se manifiesta en la tasa de paro (21,78%), más alta no sólo de España sino de toda la Unión Europea, y lo peor es que no se vislumbra hasta donde puede llegar: ¿ 25%?, incluso el 30%, además del paro encubierto en los sectores públicos.?. Sin embargo, la nota que sorprende ante esta trágica realidad es la pasividad: los clase política mira para otro lado esperando que escampe el temporal mientras que el sufrimiento del Pueblo se hace invisible en los sumideros de los barrios que no existen para la hiperrealidad.
La complejidad de las causas y la ocultación de la realidad por la ideología dominante han determinado que todos los instrumentos analíticos que se utilizan por parte de los partidos que gestionan el actual status quo del sistema se conviertan en inútiles para comprender y por lo tanto para prever el devenir de la realidad social. Cuarenta años de expansión prácticamente ininterrumpida del capitalismo habían hecho creer que un tramo era todo el camino.
Por eso es imprescindible construir una hipótesis de modelización de la actual realidad social que simplifique la complejidad de la explicación, resaltando los elementos más relevantes tanto para poder debatir sobre la situación de emergencia social en la que se encuentra nuestra tierra como para permitir una cierta capacidad predictiva y ofrecer alternativas de intervención social; al mismo tiempo que apoyamos la construcción de un proyecto político fuera de la tradición del siglo XIX que sea capaz de obtener la confianza de los electores y de gestionar la crisis con sentido del presente y sobre todo del futuro, porque nunca hasta ahora el futuro había sido tan decisivo para la política del día a día.
Adelantamos que le idea clave que manejamos es que la ignorancia deliberada de los límites por parte de los poderosos nos ha llevado precisamente, y como no podía ser de otra manara, a una situación límite. Estamos en la crisis de los límites.
Comprender los elementos relevantes de la crisis es una condición para ofrecer una esperanza democrática en Andalucía frente a la carencia de ideas y la falta de capacidad adaptativa que muestra el sistema político autonómico, perplejo ante las cifras de paro que se han precipitado como un alud durante todo el año 2008, con lo que significan de tragedia personal, deterioro social e ineficacia del sistema productivo y por supuesto político.
Rafa Rodríguez.
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